San Miguel de Allende es una pequeña ciudad en el estado de Guanajuato, un pequeño edén colonial al norte de México que muchos visitan con el propósito de encontrar paz y tranquilidad. Por eso no es sorpresa que una cerveza de especialidad haya nacido en la localidad; un paraíso terrenal, tiene que acompañarse de una chela.
La Cerveza Allende no tiene más de tres años de haber nacido, pero en ese corto periodo de tiempo, han logrado crear una deliciosa bebida que es reconocida en muchas partes de México y representa a toda una ciudad mexicana. Al abrir cualquiera de sus cuatro etiquetas, se puede oler y saborear la cultura, arquitectura y la gente de San Miguel de Allende.
Al ser uno de nuestros afiliados, quisimos conocer a fondo a ésta deliciosa cerveza, y por supuesto, admirar la hermosa ciudad en Guanajuato. Junto a Oliver Diener, el director comercial, y Carlos Andrés Garay García, el maestro cervecero, nos adentramos en el proceso detrás de la Cerveza Allende; visitamos la fábrica, conocimos la Parroquia de San Miguel Arcángel, e inclusive probamos sus etiquetas.
Todo empezó con dos botellas; la idea era crear una “oscura” y una “clara”, para así entonar con el panorama cervecero en México. Así nacen la Brown Ale y la Golden Ale, dos etiquetas que además de ser las primeras, son dos de las que más venden en México. Después vendrían la IPA; la más popular en Estados Unidos, y después la Agave Lager, una chela que empezó como experimento, pero que terminó siendo parte de su portafolio y un gran éxito.
En Octubre se celebrarán los tres años de la Cerveza Allende, y no se festejará en vano ya que su producción no sólo excede los 150 lotes, sino que también han trascendido las fronteras de México al exportar cerveza a Estados Unidos, e inclusive a Bélgica. Nada mal para una cerveza de especialidad que apenas empieza, y tienen un futuro tan brillante como su botella más popular: la Golden Ale.
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Por: cervecerosdemexico.com
